Brindis

(-)



En el nombre de aquellos años felices

pero ingenuos

del mundo ido

En el nombre de aquellas huídas

y sus encuentros

es que espero entre mis brazos

tu regreso.


Porque

cuando tienes más que un cuerpo

para tu arbitrio y sustento

entonces quieres su alma.

Y cuando ya posees su alma

anhelas su infierno

con acceso libre a sus edenes

y sus misterios.

Y cuando te crees amo del universo

el caos se desencadena

como en sus mejores momentos.

Y corremos despavoridos

a escondernos

De la espada en llamas

Del demonio divino

Que llevamos dentro

Que ya conocemos


Cubrimos con poesía

Los genitales y sus procesos


Que me bese un angel

Cuanto pueda

Cuando quiera

Si es que puede

Si es que la noche de los siglos lo permite

Si es que el silencio de los dioses

Oculte todo el bullicio del girar de los silencios.


No vamos a competir en belleza

Ni donaire

Pero

¿Quién es más bello

en este mundo de cielos celestes?

Si tu

Si nosotros

Si dios

y todos sus siniestros infiernos

Si todos los anteriores

Si ninguno de ellos


¿Cual maravilla la de sus besos?

¿Cual el convencimiento de su lengua?

¿Cual el su ardor literario?

¿Cual la razón de su festejos?


Que venga, estoy esperando

Cuando quiera que sea

No necesito sus alas

Para cruzar mis fronteras

No necesito su aura

Para iluminar mis tinieblas


Entre ángeles no hay cornadas

Ni tamboriles ni trompetas

Solo hay un vacío armónico

De voces angélicas

Que preguntan por verdades

Y sus incoherencias.


En el amor

Es el espíritu quien nos impulsa

A cometer indulgencias


Son el fragor frotatorio

De las galaxias y sus planetas


No necesito de su aliento

Que aliente mis vocablos perecederos

Ni evocaciones

Ni vocaciones anexas

Ni tan solo la frescura de su aleteo

en mis labios resecos

Ni el sangramiento de mis corazones

para el rubor de sus mejillas

y sus pudores blasfemos.


Más importante que ser

es estar

Y más importante que estar

para sembrar

es el lugar donde surcar

semillas y progenidad.

Donde puedas proyectar futuridad.

En donde puedas dialogar

la intimidad


Y al final del día,

nada más,

reposar

el repositorio final.